Suelo quedarme con las palabras en mi boca. Digo menos de lo que pienso. Me quedo estancada con frases que solo se dicen en mi mente pero que nunca llegan a la persona indicada. Estoy llena de palabras no dichas, palabras que podrían solucionar algo y que, debido a mi silencio, aumentan los problemas. Palabras que no dicen lo que siento.
Otras palabras también se quedan en mi mente: son más alegres, lo más probable es que provoquen una sonrisa, un comentario, algo. Pero no las digo y las llevo para todos lados, hablando conmigo misma todo el tiempo. Y ahí me quedo, como la niña que no dice nada, que no reacciona, que no siente. Mientras que un huracán pasa por mi cabeza con miles de palabras, desordenándolas y dejándome sin ninguna opción de decir lo que pienso.
1 comentario:
"Mientras que un huracán pasa por mi cabeza con miles de palabras, desordenándolas y dejándome sin ninguna opción de decir lo que pienso."
el aplauso.
las mujeres pierden la cabeza...
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