miércoles, 31 de diciembre de 2008

El nuevo año

Mis deseos son:

Optimismo, alegría, esperanza y salud para todos.

Justicia y lealtad para enfrentar la vida.

Confianza en los talentos y buena cara a los momentos adversos.

Unión y reconciliación, lo más difícil del 2008.

(Muchos besos de esos que solo me das tú)

Y, para mi, fortaleza.

Y hartos chocolates, galletitas, dulces, pan con queso y su trago loco!

sábado, 27 de diciembre de 2008

El camino

A veces veo gigantes y me escondo tras los árboles de mi camino. Otra veces siento que estoy tan sola que me da temor seguir avanzando. En otras ocasiones soy más egoista y no quiero que nadie me acompañe. Avanzo y me detengo, corro y troto. Retrocedo y avanzo rápido. Así tomé los caminos este año. ¿Cómo lo haré el próximo?

viernes, 26 de diciembre de 2008

Preguntas:

¿te acuerdas de los pelícanos?
¿te acuerdas de la casa que no encontrábamos?
¿recuerdas las tardes en la universidad, las esperas entre las clases, las huidas tempranos y los extraños dibujitos?

Yo recuerdo tantas cosas...

Complementos nuestros recuerdos antes de que se vaya el año...

martes, 23 de diciembre de 2008

Tengo una queja

Todo el mundo se queja. Yo también. Gastamos el tiempo en decir todo lo negativo que nos pasa en la vida y del pesimismo del futuro. Nunca aprovechamos las visitas, las llamadas imprevistas, los mensajes rápidos, los gestos cariñosos, solo queremos quejarnos porque es nuestra idiosincracia.

Escucho todo el tiempo, me dedico a prestar oreja y entregar opiniones, pero todo lo que me llega son solo quejas a la vida, a la incapacidad de ser feliz y disfrutar los momentos. Nadie mira la vida de forma positiva, porque estamos acostumbrados al gris; nadie quiere ser alegre o buena onda, todos piensan que los cambios son para peor, que todo es terrible, que estamos solos...

Seguiré escuchando, solo que esta vez, escucharé y olvidaré y evitaré ser otra quejona más de este mundo.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Tranquilidad

Hoy estoy tranquila. Ya no miro hacia atrás constantemente cuando camino sola. Me siento tranquila, confiada. Recuerdo los buenos momentos y los malos están ya borrados. Me siento tranquila, sí, confiada, dispuesta a ser mejor persona, a poner la alegría en los lugares donde esté, a perdonar y perdonarme. Sí, estoy tranquila, gracias a Dios.