miércoles, 29 de agosto de 2007

10 películas de amor

Hay películas de amor y películas de amor. Hay películas de amor y películas que ponen en ridículo el amor. Esas no cuentan. Las películas de amor hacen llorar y desgarrarte por dentro, te dan y te quitan la esperanza y por un momento te quitan la sonrisa, pero también te manifiestan emociones verdaderas surgidas de la mente enamorada, despechada, dolida, feliz. Estas son mis diez películas de amor favoritas.

Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdo (Michael Gondry)
No existe escena más desgarradora que aquella donde una discución de pareja derriba todo el amor que una vez hubo; o aquella donde la segunda oportunidad si es posible. En esta película, la forma poética que tiene Gondry para meterse en la mente enamorada y el conflicto existencial que se forma es tan cósmica como verdadera. Es bella, es real y soñadora a la vez. De la banda sonora, nada que decir, lo mejor.


Rompiendo las Olas (Lars von Trier)
El amor frustrado y fiel de Bess es tan sobrecogedor como su capacidad de hablar con Dios. Si Lars von Trier busca desorientar y sentirte al borde del asiento con su cámara al hombro, lo logra como la fidelidad que Bess le promete a su marido y por quien está dispuesta a todo por verlo feliz. La inocencia de esta mujer (una inigualable Emily Watts) te ahoga, desespera, te impacienta. Esta película es tan de adentro que no la volvería a ver nuevamente, porque la tengo presente a cada rato.

Whisky (Pablo Stoll)
Para retratar la soledad de la vida, Whisky te quema la garganta. Todo en ella es depresivo y monótono. Y el amor poco se ve en esta historia, aparentemente. Parece no pasar nada cuando todo está pasando. La monotonía de la vida no te da tiempo para el amor , pero cuando hay una luz poco brillante, los cuerpos cambian y la vida se ve un poquito más distinta. Es una película que te deja plop y por la que dices, "ojalá yo me dé una oportunidad".


Entre Copas (Alexander Payne)

Mi actor favorito es Paul Giamatti, acá Miles, un divorciado catador de vino desorientado por la vida, que aún sigue pendiente de su ex mujer, cerrándose ante cualquier otra posibilidad, cosa que hacemos con frecuencia cuando no podemos olvidar el desamor; no darnos oportunidades, entregarnos por completo al fracaso, al trabajo, a otras cosas. El amor en esta película se muestra como una copa de vino digna de admirar, con aroma fuerte donde el que logra descubrir sus componente, se descubre a sí mismo. Tome vino.

John and June (James Manglod)
Todo artista tiene un amor tormentoso que lo lleva a crear desde el dolor. Esta es toda una historia. Y Johnny Cash se ve vulnerable y adictivo al amor. Es linda, con un trasfondo musical desvariado y con sombras que se posan sobre las imposibilidades para concretar relaciones. Acá, eso sí, triunfa el amor.


Perdidos en Tokio (Sofía Coppola)
Es de amor, aunque algunos me digan que no. Es un amor atípico en un lugar poco común. Demuestra que las condiciones enamoran, en un tiempo en que la vida va muy rápido, donde nadie se detiene ni medita demasiado. Hay algo perdido en cada uno y la sorpresa es identificarte con el otro a pesar de que en condiciones normales no sería así. De algún modo, todos nos perdemos un tiempo y vamos en cámara lenta. Puede ser en Tokio o en Santiago. Yo estaba perdida…

Mi vida sin mi (Isabel Coixet)
Saber que se está a punto de morir da para desesperarse y abandonar todo. O, para hacer una lista de las cosas que quedan por hacer. Todas, relacionadas con el amor y desamor que has vivido. ¿Hay tiempo para enamorarse nuevamente? Ann, no se despide de la vida, la revive. Amor y esperanza.




La vida de los otros (Florian Henckel von Donnersmarck)
Según mi mamá los alemanes son todos malos y no aman. En esta película queda demostrado lo contrario. Y, a pesar de que el protagonista es un espía que vigila a una pareja para denunciar cualquier atisbo artístico en contra del régimen de la Antigua RDA, él descubre un amor que nunca tuvo. De cierta forma, Gerd demuestra que siempre hay una oportunidad para hacer algo por el amor, aunque sea por otros. Yo también creo lo mismo.


El Color de la esperanza (Majid Majidi)
Descubrir esta película ha sido lo más lindo del último tiempo. Lloré a destajo y nuevamente, odié todo lo que tengo. Acá el amor se visualiza desde la primera imagen, cuando un pequeño niño ciego logra ubicar a un pajarito en su nido. Esa escena marca toda la película y el retrato del amor está en cada mirada, gesto y palabra que este pequeño niño tiene para la vida. Bella, bellísima, mi favorita.



La Tumba de las luciérnagas (Isao Takahata)
También lloré porque soy llorona y esta historia de amor entre hermanos me llenó de recuerdos. Es sobre la crueldad de la guerra, de la gente, del hambre. Es poética en todo sentido y el amor está escondido en cada adversidad que Seita y Setsuko se encuentran en un camino que ya sabemos donde llega. Hay amor, mucho amor, pero también hay crueldad, por falta de amor. Única.

lunes, 27 de agosto de 2007

Un día cualquiera

Un día cualquiera podría hacer cualquier cosa. Podría no ir a trabajar y pasear por cualquier parte. Podría comer cualquier cosa y caminar por cualquier calle. Escuchar cualquier música entretenida y entrar a cualquier sala de cine y ver cualquier película. Un día cualquiera podría no responder el celular y no hablar con nadie. Quizás, tomar un bus hacia cualquier lado y bajarme en cualquier parada. Hablar con alguna que otra persona y sentarme en cualquier lugar; y no hacer nada más. Solo estar ahí, como cualquier otra persona, pensando en cualquier cosa, sintiendo cualquier sentimiento. Es es mi día cualquiera.

viernes, 24 de agosto de 2007

Inspiración antes de expirar

Todo el día siento la ansiedad de escribir y tengo garabateada mi cabeza con frases que prometo transcribir al papel, o, más bien, a la web. Pero llego acá, y todo lo he olvidado. Y las frases se me confunden, y las historias y las imágenes pierden su nitidez y ya no tengo la inspiración de antes. Me pasa con frecuencia. Siento que la inspiración es importante y que solo unos pocos logran apreciarla como tal. He escuchado canciones en honor a ella; he leído poemas y me he devorado libros causados por la inspiración. Me aterra perderla alguna vez. Me aterra no haberla tenido nunca. Me da miedo no saber cómo sentirla o apreciarla. Conozco gente que está inspirada en todo momento, para escribir, para dibujar, para accionar, para vivir. Yo quiero vivir con inspiración, pero, por ahora, solo inspiro con anhelo.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Cuando nací


Nadie sabía qué iba a ser de mi. Ni yo, ni la persona que me sostiene. Cuando nací, nací no más. Y ahora, si me preguntan si volvería a nacer, tampoco respondería, como muchas otras cosas que no quiero responder.

lunes, 20 de agosto de 2007

Ojo

Tengo una pelusa en el ojo que no me deja ver bien. Las gotitas no me sirven, ni el pañuelo deshechable o los masajes con las yemas de los dedos. La pelusa sigue ahí, molestándome.
Y veo borrosamente las cosas, como cuando se me acerca alguien pidiéndome confianza y no distingo las caretas o los colmillos gigantes. Esta pelusa me mantiene en penumbras y no sé qué caminos seguir o a quien tomarle la mano y me he caído en hoyos profundos y tropezado con cientos de piedras. La pelusa esta me hace dejar pasar a personas que valen la pena y seguir a aquellas que no me convienen. Yo ya no quiero tener esta pelusa en mi ojo, que me mantiene acá, desconfiando de todo y todos, porque no me deja ver. Ya no la quiero, no.

martes, 14 de agosto de 2007

Me acuso

Me acuso de poseer personalidad múltiple; una que trabaja, otra que vive y la otra que escribe. Me acuso por no relacionar a ambas y creer que conviven tres mujeres dentro de mi.
Quizás yo sea la cuarta que escribe de las otras tres.
No lo sé.
El conflicto es mayor cuando todas quieres ser las escritoras y ninguna quiere trabajar, o cuando en la vida diaria se cuestionan el mundo y necesitan huir.
Me acuso de poseer personalidad múltiple y de no hacer nada al respecto.

domingo, 12 de agosto de 2007

Young Folks - Peter, Bjorn & John


"...and we don't care about the young folks talkin' bout the young style and we don't care about the old folks talkin' 'bout the old style too and we don't care about our own folks talkin' 'bout our own stuff all we care about is talking talking only me and you..."

jueves, 9 de agosto de 2007

Computadoras

Hay gente en este mundo que piensa que dándole computadores con internet a la gente de África solucionan grandes problemas como aquello llamado "brecha" digital y otras tonteras. Y, mientras el hambre arrasa horrorosamente con la población que solo quiere un puñado de arroz y un litro de leche al mes, los expertos instalan conexiones para gente que lo único que quiere es solucionar sus necesidades básicas.
Claro, porque son los "expertos" los que estudian el tema, los entendidos, y son ellos los que proponen soluciones y esas cosas. Hoy leí sobre situaciones que pasan todos los días en las poblaciones africanas y ninguna de ellas es noticia, porque es "cotidiano" y odio mi computador, mi cama, mi pieza, mi equipo de música, mis cds, mis películas, mi dvd, mi impresora y mi tele. Pero más odio que, de algún modo, estas cosas igual me sirven y las necesito y odio esa necesidad.
De algún modo he cooperado para que el orden de las cosas sean así. Y eso, es una maldición.

domingo, 5 de agosto de 2007

Alma

El otro día me encontré con mi alma pero no la pesqué, seguí caminando. Entonces, ella se devolvió y me tomó del brazo y me paró en seco. Me molesté y fui prepotente: "¡Qué querís?", le dije, y me miró asombrada. Otra tarde fría de esas que duele la cara y ella deteniéndome en medio de Carrascal. "¿Porqué no me has llamado?", me preguntó. Y yo ahí, pensando en todo lo mal que me ha hecho, siendo asi, pensativa, comprensiva, fiel, esperanzadora y buena, que le dije, "No tengo nada de qué hablar contigo", y le quité mi brazo y seguí caminando. Y, mientras me alejaba, me acordé de todos los momentos lindos que pasé junto a ella, pero no, no me detuve y seguí caminando hacia el poniente por Carrascal.

jueves, 2 de agosto de 2007

El amor

Nunca hablo del amor. La verdad es que sí hablo del amor, implícitamente siempre está presente en mis cosas. Pero hoy quiero ser explícita y quiero hablar del amor. Quizás, porque me carga la obviedad y el pan pan y el vino vino, hoy sí quiero ser obvia y hablar con nombres y apellidos, El Amor.
Porque sí me gustaría que mi vida fuera una desgarradora pero buena canción de amor, y que todos pudieran ver su video clip. O vivir una aventura al estilo de Gondry o equivocarme tantas veces como una película de Allen.
A veces, me gustaría que lloviera cuando alguien me hace sufrir y estar lejos de casa para correr por las calles empapada sufriendo por amor. O ver un arcoiris... Quiero estar presente en los clichés amorosos, tener esos encuentros de esquina, tomar un avión hacia ninguna parte o bajarme del bus a mitad de camino. Todo eso, porque así no es el amor y porque como no es así, yo quiero todo eso hoy.

Hoy

o podría ser mañana

pero lo quiero

hoy.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Delito

Hoy me sorprendí silbando. Nunca lo hago, pero salí de la oficina a comprar y, mientras caminaba, silbé. Y no estaba ni triste ni angustiada. Creo que estaba feliz y no sé porqué.