martes, 7 de junio de 2011

El tiempo

A veces mi día está nublado y frío a pesar del sol y la alegría del resto. Vivo una continua revolución climática dentro de mí, que ningún meteorólogo logra predecir, ni menos indicar algunas precauciones para sobrellevarla.


Me pilla la lluvia sin paraguas. Suele suceder, como cuando lloro y no tengo pañuelo. O cuando el calor es sofocante y es incómodo devolverse con chaqueta, bufandas y chaleco en manos y debo caminar sobre abrigada. El tiempo suele jugarme en contra, así como mi estado de ánimo boicotea mis momentos más alegres.

El cambio climático se apodera de todo, y mientras algunos pronostican que se vienen tiempos difíciles y el fin de mundo se acerca, yo estoy acá, tratando de predecir qué se viene mañana, solo para saber qué sentimientos usar y no tener que devolver con algunos en la mano.