miércoles, 26 de septiembre de 2007

es tan caro el bono y tan corta la visita

Con mis amigdalas inflamadas y mi cabeza a punto de reventar, el doctor me llama luego de 40 minutos de espera; mi instalo en la silla y digo "desde el sábado que..." pero él me interrumpe con un"Súbase a la camilla", sin siquiera preguntar mi nombre. Luego, mostrar la lengua, levantarme la polera, respirar profundo y decir "aaaaaaaahhhhhhhhhhhhh". Mientras me arreglo él ya tiene listo el diagnóstico, la receta y hasta una licencia médica. De vuelta al pasillo, la misma gente enferma espera al mismo doctor rápido, algunos habrán pagado más dinero que yo, otros, casi nada según el plan de sus isapres. Y me voy con la mismas dudas sobre mi garganta, su dolor profundo y su hinchazón incómoda. Al final, siempre debes contar con las gomitas de menta y la miel con limón

1 comentario:

F L O R n e g r a : dijo...

....

de lo mismo se quejo mi gato insomnio cuando lo lleve al veterinario....

una tracalada de delantales blancos...

cuidate do...

mas de alguno morira de primavera, otra vez...