viernes, 28 de septiembre de 2007

búsquedas

En general la vida es una búsqueda de cosas escondidas en todas partes. Hay que hacer hoyos, levantar escombros y despejar lugares para encontrar esas cosas que se buscan. Acostumbro buscar todos los días mis cosas y casi siempre están escondidas en los lugares más extraños. Casi siempre, antes de encontrar algo importante, he cavado otros hoyos y me he lesionado con hallazgos penosos que me dejan débiles para otra búsqueda. Pero así es la vida. Lo peor es cuando no tengo nada que buscar. Me desespero, me incomodo, me impaciento, me resigno. Las cosas podrían estar allí, como las manzanas en los árboles, al alcance de todos, pero no, son como papas, enterradas en lo profundo. Lo mejor, es cuando he movido algunos escombros polvorientos y he encontrado cosas bellas, como una canción antigua, una foto del recuerdo o algún beso amoroso. Las cosas para mí son más esquivas, sin embargo, tengo todo un equipo para encontrar mis cosas que se resumen en una: felicidad. Y siempre hay alguien que se une a mi búsqueda que simplemente me hace compañía, y eso es lo más lindo de buscar incesantemente algo que ni yo sé muy bien qué es.

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