Últimamente mis motivaciones se están escapando. Se me salen por la puerta de mi casa o no se suben conmigo al bus. Se quedan atascadas en la ducha o se detienen cuando más las necesito.
Yo quiero mis motivaciones presente todo el tiempo, pero no logro entender porque se me escapan. Todas las mañanas las cuento, las enumero y me propongo a cuidarlas con mi vida. Pero una se queda en la cama, la otra en la cocina y el resto camino al paradero.
Mis motivaciones calman mi ansiedad y me enderezan esta espalda que está a punto de crear una joroba. Pero no están conmigo y me encogen los hombros, ando desesperada y pensando cualquier tontera.
Las quiero conmigo. Las necesito. Las llamo. Prometo que las cuidaré. Pero las quiero, ahora ya!
3 comentarios:
me he dado un super divertido paseo por tu blog
saludos
vámonos luego
para motivarnos
juntos.
jajaj.no queria salir,pero me obligaron, y no es chiste. me moje
con la lluvia pero fue chistoso caminar muy rapido por el bella
hasta llegar al auto.
nota:ve la pelicúla!
Publicar un comentario