jueves, 29 de noviembre de 2007

Chileno

Ayer me pasó lo siguiente. Estaba yo junto a mi compañera de trabajo Denise, una linda niña rubia de ojos marrones, sentada en la escalera de la camioneta donde trabajo, cuando vemos de lejos a un viejo chico, negro y feo acercarse a nosotras con intenciones no claras. Yo pensé, "este viejo nos va a tirar la foca en contra del transantiago", pero esperamos que se acercara. Cuando estuvo frente a nosotras, se acercó a mi compañera y le dijo: "usted es linda, muy linda, qué lindos ojos", y luego, se dio vuelta hacia mi y dijo "y usted es fea, tenís una pinta de peruana, fea, fea". No supe si reír o pararle los carros, pero lo que más me sorprendió fue la forma en que se dirigió a mí, con odio y rabia. Él, un viejo chico y negro, me miraba desde lejos y seguía diciéndome cosas que no escuché, y solo le grité, "viejo ridículo". Me dio lástima el pobre viejito, enfermo por tirar caca y desahogarse de algo que no comprendí bien. Lo más probable es que no me hubiera dicho lo mismo si hubiese estado con algún compañero de trabajo. Y pensar que en Argentina creían que yo era italiana. Bueno, asi son las cosas en este pobre país en vías de desarrollo.

Ahí estoy con mi mamá.

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