sábado, 27 de septiembre de 2008

Arquitecto

He descubierto otras profesiones escondidas en mí. A menudo me convierto en psicóloga laboral para sopesar la falta de un contrato y otras cosas. A veces soy doctora de medicina general cuando alguien tiene alguna enfermedad que, probablemente, yo ya tuve. También soy ingeniera en transporte orientando a mis perdidas amigas en la ciudad o, dando las combinaciones adecuadas para el transantiago. También soy masajista de espaldas estresadas y diseñadora de collares y aros a pedido. Pero una de las profesiones que quiero practicar por este tiempo es ser arquitecto. Cómo dice por ahí una canción "los hombres estamos rotos en mil pedazos y la mujer correcta sabe armarlo", yo quiero ser una de ellas: unir piezas, restaurarlas, acomodarlas y volverlas a su posición original. Quiero inventar cosas, crear al chico perfecto, cambiarle algunos desperfectos, eliminar aquello que sobra y recostruir corazones. ¿Quién me deja hacerlo?

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