jueves, 7 de agosto de 2008

Cuando estamos juntos pasa lo siguiente:

A veces no nos decimos todo lo que queremos y nos vamos con dudas y palabras atascadas en los labios. Los míos son grandes y guardan más palabras de lo normal, los tuyos son delgados pero rojos y guardan palabras mucho más fuertes que los míos.

A veces no nos tomamos tanto las manos como debería ser, pero cuando lo hacemos, nos apretamos fuertemente. Mis dedos son delgados y casi siempre están fríos, los tuyos son agradables y siempre están suaves.

A veces no nos miramos mucho a los ojos, pero cuando lo hacemos siento que penetras fuertemente en mi corazón. Mis ojos son cafés oscuros y grandes, -según el maquillaje-, los tuyos, redondos, tiernos, con pequeñas pestañas alrededor hereradas de tus acenstros mapuches, igual que los míos. A mucha honra.

A veces, cuando nos abrazamos, por fin me siento proteguida. Y todas esas tonteras de la soledad y la ansiedad quedan fuera de este conjunto. Tus brazos son gruesos y logran rodear mi cuerpo, los mios, intentan hacer lo mismo, pero solo logro llegar hasta tu espalda. No importa.

A veces...

Dolores.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ta más que claro...

Anónimo dijo...

Cagó el club de fans!!! jajaja

Anónimo dijo...

jajaja que loco todo..
Caro

Anónimo dijo...

prueba