A veces no nos decimos todo lo que queremos y nos vamos con dudas y palabras atascadas en los labios. Los míos son grandes y guardan más palabras de lo normal, los tuyos son delgados pero rojos y guardan palabras mucho más fuertes que los míos.
A veces no nos tomamos tanto las manos como debería ser, pero cuando lo hacemos, nos apretamos fuertemente. Mis dedos son delgados y casi siempre están fríos, los tuyos son agradables y siempre están suaves.
A veces no nos miramos mucho a los ojos, pero cuando lo hacemos siento que penetras fuertemente en mi corazón. Mis ojos son cafés oscuros y grandes, -según el maquillaje-, los tuyos, redondos, tiernos, con pequeñas pestañas alrededor hereradas de tus acenstros mapuches, igual que los míos. A mucha honra.
A veces, cuando nos abrazamos, por fin me siento proteguida. Y todas esas tonteras de la soledad y la ansiedad quedan fuera de este conjunto. Tus brazos son gruesos y logran rodear mi cuerpo, los mios, intentan hacer lo mismo, pero solo logro llegar hasta tu espalda. No importa.
A veces...
Dolores.
4 comentarios:
Ta más que claro...
Cagó el club de fans!!! jajaja
jajaja que loco todo..
Caro
prueba
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