lunes, 26 de octubre de 2009

MI bipolaridad

Suelo dar a conocer todos mis proyectos y sueños con naturalidad, la gente me escucha, comprensible, sabiendo que, en el fondo, es otra de las tantas cosas que no cumpliré. Soy tan dispersa que un día quiero negro y al otro día quiero blanco. Un día tomo café y al otro día solo quiero té. Dejo de comer carne y luego me vuelvo una carnívora. Un día quiero ser una gran periodista, otro día me da lo mismo y al diablo las malditas comunicaciones, los escritos perfectos, el hablar adecuado y toda la mierda periodística. A veces quiero enseñar, pero luego no quiero más alumnas en mi vida. Quiero aprender, pero después no tengo ganas de saber nada más.
A veces creo que soy bonita, pero luego siento que tengo rasgos duros, grandes, soy morena y no tengo color en mis mejillas. Otras, quiero vestirme hippie, olvidarme de los pantalones, de los rollos, pero luego me siento que no encajo y me abstengo. Así como siento que no encajo en ningún lugar que frecuento.
A veces quiero hacer un largo viaje, pero solo tengo mi imaginación para concretarlo. También suelo decir que no iré más al doctor, pero ahí me tienen, con las plaquetas bajas y con miedo al porqué de esta situación.
Y más encima escribo, pensando que soy leída, sin embargo, escribo, para, por último, sentir que, todo lo que pienso en el día, lo concreto aquí, en este espacio multisensorial.