miércoles, 11 de febrero de 2009

Apuesta, no certeza.

Pensando en escribir sobre el amor sin ser cursi, repetitiva o típica, me topé con un escrito de una periodista llamada Paula Escobar: "Un amigo sacerdote dice que en la Biblia no hay una sola palabra para el amor, sino que dos: Eros y Ágape. El primero es el amor-posesión, el de querer al otro para que el otro me dé ciertas cosas, un querer centrado en uno mismo. Ágape, por el contrario, es el amor volcado en la felicididad y bienestar del otro. Un amor que es apuesta por el otro, por hacerlo protagonista de la propia vida. Apuesta y no certeza: así parece ser el amor verdadero".

He caído mil veces en ser un Eros cualquiera y, aunque no sabía de la existencia de Ágape, se ha convertido en mi meta para este año. Y no solo en el amor de pareja, si no que también en aquel amor tan especial de la amistad y la familia.

Esta es la confesión más lúdica que he hecho.